En la piel de un guiri

Eran las 9.15 horas de la mañana. Un café humeante ante nosotros y mariposas en el estómago aguardando la hora en la cual llegarían los compañeros de viaje. Ante nuestras miradas melancólicas, y la taza de café entre nuestras manos, aparecían en nuestra memoria imágenes de ese viejo bar de estación que ha sido testigo de tantas despedidas y tantos encuentros a lo largo de los años. Muchos sentimientos y un ambiente inequívoco y único que nos sumergía en los más profundos de nuestros recuerdos. Tal momento sólo podía ser interrumpido por un collejón del Luís. Sin duda, eran las 9.30 horas.
Decidimos ser guiris por un día en Barcelona. Mañana de monumentos y tarde de fotos. Todo una oportunidad para saber qué sienten los guiris a los que les roban las carteras en las Ramblas de Barcelona. Pues ale, un Bonotren y todos hacia Barna como una gran familia. El viaje hasta Sants transcurrió, además de muy seguro, sin incidentes, y Marina nos entretuvo con su simpatía. Hasta aquí todo fue normal.

Ya en Sants perdimos un integrante añadido de MST...con un libro entre sus manos y por algún oculto motivo no quiso compartir la mañana con el resto. Ni siquiera compró el billete con nosotros. Después de cargar con el carrito unas cuantas veces llegamos en metro a Sant Pau en 10 minutillos. Fuimos directos a comprar las entradas. Un momento estelar en el que ya pudimos conocer a quien poco después sería nuestra guía espiritual seleccionada desde los polígonos más lejanos de nuestro país. Una sensación de vacío en nuestros estómagos nos llevó, sin pensar, a buscar un lugar acogedor donde nos deleitasen con la gastronomía y culturilla condal. Howls y un servidor, con mucho criterio, escogimos cuidadosamente un bar donde desayunar. Para que os hagáis una idea la pinta tentadora del bar era ésta:

Gastlonomía típica balcelonesa. Entlen y vean...

Tuvimos suerte y pillamos una mesa libre. Nos dieron un trato exquisito, y por pocos euros, comí bocata de atún hasta la hora de comer. Por cierto, los vasos muy limpios. Todos los detalles estaban muy cuidados y las cartas elaboradas se adecuaban al paladar de cada cliente:

Las caltas...

Con mucho esfuerzo intenté convencer al sector femenino de la idoneidad de la elección con este resultado:

Por mucho que las miro sigo pensando que no convencí a ninguna de ellas

En fin, las 11.30 horas era la hora de partida. Salimos de este magnífico y pegajoso lugar, y nos dirigimos con ansia a la recepción de obra del viejo hospital. Lejos de nuestra voluntad nos vestimos como auténticos conos de carretera con casco incluido.

Ya tenemos otra portada MST...creo que habrá que empezar a cantar algo...no es por meter el dedo en la llaga, pero no dejéis de observar quien lleva una armilla tipo TOP

Los complementos dieron pie a alguna creatividad que otra...

Eso decía yo...de seguridad sobraba...

Empezamos la ruta y la guía nos deleitó con su derroche de conocimientos sobre el cobre, materiales diversos, y especialmente sobre cómo no contestar a las preguntas de Harry Potter en segunda actividad. Mucho nos reímos de Harry, pero fue el único que hizo amigos en el grupete. Era un líder. Harry permitió a alguna integrante del grupo de conos a hacer alguna pregunta sobre no sé qué hierro de la ventana...esa mujer...esa mujer...no sé...me resultaba familiar...
Observamos y escuchamos con mucha atención todo lo que nos rodeaba. Incluso alguna integrante del grupo buscó ángulos diversos para encontrar una perspectiva mejor:

Marina observa la arquitectura...y la Nerea hace de cono para que no la pisen

"Toniii...hazme una foto con éste monumento de la Unesco de fondo!"

Visitamos muchas estancias del hospital. Yo busqué por muchos sitios alguna soltera despistada...mi búsqueda quedó inmortalizada por el objetivo indiscreto de Howls:

En este almacén nada...

"Me quedo aquí vigilando que nadie me ve..."

"Luís!! Ayúdame a buscar por estos pasillos..."

"Tito...!!! mira ya la he encontrado!!!..." "Gracias Marina...pero ésta no está soltera"

Por fin encontramos a una candidata...y en uno de mis intentos de conquistar la atención de la única soltera del grupo, pude escuchar una de las conversaciones más enriquecedoras de mis últimos años: "Cono asistente: perdone señorita usted ha dicho que la cuarentena eran 48 horas?" "Guía: sí" "Cono asistente: pero cuarentena significa 40 días" "Guía: ah sí?? entonces 48 horas que es??" "Cono asistente: dos días"....

Como en cada salida MST intentamos despistar a la Enana...pero nos volvió a encontrar:

"Luuiiisssss!!! Me he perdido...!! Suerte que llevo mis zapatillas de montaña"

"O me atas el zapato o te volvemos a dejar aquí..."

Devolvimos nuestras indumentarias...

Decidiendo si vamos a comer al sitio del desayuno

Con mi bocata de atún ya acabado, emprendimos la marcha hacia el punto de encuentro con el del libro, que nos deleitó con alguna aventurilla fortuita que le asaltó en Barcelona. La Dolce Herminia fue la escogida para comer...donde una vez más mis flechas de cupido tuvieron objetivo. No le dí a nadie, pero a punto estuve de darle a la del fondo derecho de la foto.

Obsérvese fondo derecho...o sssseaaaa.....

La tarde nos llevó al Raval, y concretamente al World Press Photo. Nos culturizamos un poquito más, si cabe.

Una exposición con fotos muy interesantes. Muy recomendable. Por cierto, no olvidéis el carné de la biblioteca

Marina y Neus quedaron muy contentas con la exposición...y Nerea...en fin...

La seguridad del local. Por motivos de seguridad no se muestran sus identidades ni complementos o armas en sus manos

Un paseito por el Raval y el gótico, con los MST muy muy protegidos desde la distancia, nos llevó de vuelta al tren lejos del bullicio condal. Algo nos costó escoger asiento en el tren, pero finalmente conseguimos que la Enana se sentase con nosotros. 

Y ahora la pregunta es: ¿qué se siente en la piel de un guiri?. Pues de la respuesta es que no tengo ni idea, pero el día estuvo guay. 

Hasta la próxima!!

PD: hoy no pongo postdatas, para variar. Bueno sólo reconocer el esfuerzo de Howls para inmortalizar estos momentos a costa de no salir en casi ninguna foto. Howls en fin de año te robaremos la cámara más a menudo para que participes en nuestras tonterías