Vielha a 4 horas

Pues me he permitido el lujo de inaugurar este espacio de relato de nuestras experiencias en Vielha, donde los ríos van alrevés que en el resto del mundo normal. Todo empezó a las 7.00 del día viernes, bueno, a las 7.30. En un plis plas, 4 horas y pico, llegamos a la borda suit que nos estaba esperando con las puertas abiertas a los ocho.

Tomamos posiciones, comemos, volvemos a comer y nos vamos al centro a tomar algo, por si acaso nos habíamos quedado con hambre. Cabe recordar la osadía de Toni que intentó saltarse un control policial; se vivieron momentos de tensión y sudores fríos...hasta que el policía alabó Vilanova y nos dejó pasar, creo yo, por pena.

La previsión para el sábado era soleada, pero por desgracia para los trekkers, como yo, la lluvia nos despertó a primera hora. Vaya qué pena! No podré subir a la Restanca! Y para eso venimos a Vielha? Como todo ser humano, nos reponemos y adaptamos a la nueva situación, excepto tres inadaptados que se van a quemar las tapitas del día anterior.

El resto (8-3=5) nos vamos a hacer una megaruta de 4 horas, que incluye tanto escalada a diversas cumbres como sesión de fotos. Suerte que una de las escaladoras llevaba pantalones idrófugos fabricados en serie limitada para trekkers especializados. A la otra escaladora, la más bajita, ya se le vió potencial en la cumbre de un puentecillo de piedra. Una pobre rana, o dos, que disfrutaban plácidamente de las vistas se vió/vieron algo acosada por alguno de nosotros, aunque la cosa no fue a más. Nos llevamos a la Danka, que por el cansancio y el ritmo que llevamos tuvo algún que otro problema estomacal. Sin heridos, volvimos a nuestro hogar...a comer.

Un cansancio acumulado e inaguantable de mi colega surgió en la segunda etapa del día, donde en el minuto 11,9 de la etapa tuvo que alcanzar al veloz Willy entre charcos y adversidades. Después de razonar con él, volvieron a correr juntos como dos mariposas en el campo. Eso sí, la alegría fue de Willy al ver a su papa,...qué saltos, como corría, qué alegría...y todo dentro del charco!! Ya limpio Willy y huyendo del futbol, aunque no todos, acabamos de tapitas y cervecitas, que raro.

Un depósito devuelto en billetes de diez para diez, y un paseo culminado con un bocata con tapas iguales pusieron el broche a estos días en los que como siempre hemos disfrutado de la amistad, el silencio y de los caris. Otra cosa, ole mi niñaaa!!!!
E aquí algunas ilustraciones de lo expuesto.

Actualización 11 de mayo de 2009: Adjunto un par de panorámicas de la ruta con raquetas al "Refugi de la Restanca" que hicimos los inadaptados . En algunos puntos había más de dos metros de nieve acumulada.