domingo, 25 de octubre de 2009

VI Open Raid Borges Garrigues: Y por fin llegó la pájara

Introducción

Son las 8 de la mañana del último domingo de octubre y no tengo sueño. Para un día que puedo dormir y aquí estoy, escribiendo estas líneas para contaros la crónica de un amargo pero instructivo abandono. Ahí voy:

Ayer sábado se celebró la sexta edición del Open Raid de les Garrigues, con base en la población leridana de Les Borges Blanques.

Un Open Raid es una modalidad de competición que tiene lugar durante todo un día y comprende diversas pruebas, que pueden variar de un raid a otro, pero que suelen incluir orientación en carrera a pie, orientación en BTT, escalada, rappel, tiro con arco, patinaje, etc.

El plato fuerte del fin de semana es la celebración del II Raid Garrigues Extrem, puntuable para el catalán de raids, que acontece durante tres días seguidos (de viernes a domingo) y requiere de una preparación física y mental muy exigente para tomar parte. El Open transcurre durante la segunda etapa del Extrem y tiene idéntico recorrido, pero está más indicado para corredores ocasionales, iniciación o sencillamente competidores de primer nivel que no pueden ignorar sus compromisos laborales tres días seguidos. A propósito de exigencia física, mención especial para las chicas, había unas cuantas guerreras por allí que te arrancaban las pegatinas de la bicicleta al pasar. Tomad nota las féminas del grupo!

Empieza el día con alegría

Y bueno, por la mañanita temprano, después de acostarnos tarde y dormir poco, allí estábamos Edu, Manel, Óscar y yo, los 4 pardillos fantásticos, para perder la virginidad en esta modalidad deportiva que tantas ganas teníamos de probar, tras el dramático y fallido intento de tomar parte en el Serres Mestral.

Después de almorzar algo, con prisas y nervios (bueno con mis prisas y mis nervios, porque Edu, Manel y Madelman estaban tan tranquilos con el estómago lleno), llegábamos tarde al briefing, reunión en la que se ofrecen instrucciones importantes minutos antes de la salida, así que no nos enteramos de gran cosa, cogimos nuestra tarjeta de balizas, plano y demás documentación que no teníamos mucha idea de cómo interpretar y fuimos fijándonos en el resto de participantes hasta que poco a poco nos metimos en el papel.

Edu estaba contentísimo porque según él, los 3 preservativos por equipo que había que llevar serían para la prueba sorpresa. Venía realmente motivado y frotándose las manos; hasta se había puesto perfume del caro, pero en el briefing llegó la primera desilusión de la jornada. Los condones había que ponérselos en la cabeza y soplar con la nariz hasta reventarlos. Sería la primera prueba, para romper el hielo…



“Yo los rompo con la po*** pero con la cabeza no se me da tan bien.”. - Edu

La organización había preparado una prueba inicial en plan gymkhana, en la que había que completar un circuito que comenzaba con el proceso de inflado condonil, para salir corriendo con el compañero a cuestas y luego meterse con él en un saco industrial y dar saltos hasta un punto en el que había que explotar un globo sentándose encima. Bueno hasta aquí todo iba bien, ésto está chupao!

Ahora tocaba descansar unos minutos, tiempo que aprovechamos para hacer algunos ajustes en las bicis, montar el cuentakilómetros nuevo de Óscar, hacer un invento con el portamapas para sujetarlo en el manillar, llenar las camelback y sacarnos esta foto en la que se nos ve tan jóvenes, lozanos e ingenuos. Suerte que no hay documentación gráfica de cuando terminamos…



La segunda prueba era promocional de la población y debía estar esponsorizada por el patronat de turisme. Mientras un miembro del equipo visionaba un video y respondía unas preguntas por escrito, el otro tenía que ir a buscar una serie de monolitos de hierro distribuídos por el pueblo y responder otra serie de preguntas. Supongo que los habitantes de Les Borges ya deben estar acostumbrados a ver gente con pinta de boy-scout corriendo en todas direcciones, después de seis ediciones de la prueba, pero algunos nos miraban como si fuésemos marcianos. Terminamos la prueba reuniéndonos en la sede del Consell Comarcal, donde nos dejaron descansar un poco y nos facilitaron los mapas, road-book e instrucciones detalladas por escrito. Situamos el mapa con ayuda de la brújula y ya estábamos listos para tomar la salida. Nos esperaban casi 50Km de orientación en BTT para empezar.

Adelante!

Cientos de competidores y decenas de competidoras (la ministra Aído tendría que hacer algo al respecto) subidos a lomos de nuestras bicicletas de montaña sumábamos varios litros de adrenalina instantes antes del bocinazo de salida. MEEEEEEEEC!!!!

Primeros errores de la jornada. Óscar y yo salimos delante, sin ninguna estrategia ni planificación y nos ponemos a pedalear como posesos siguiendo al grupo de cabeza, que parecía no necesitar para nada el mapa, cómo estiraba esa gente! No queríamos perderlos porque ir detrás suponía ahorrarnos un buen rato de interpretación del mapa y alguna posible pérdida. Al cabo de unos minutos yo ya noté que aquel ritmo no era el mío, pero seguía dándole a los pedales sin conocimiento. En una prueba que dura todo el día no puedes salir como un loco, hay que regularse para no desfondarse antes de tiempo.

Todo iba bien, íbamos marcando balizas y avanzando a buen ritmo, aunque los primeros cada vez estaban más lejos, a otro nivel. No importaba, yo llevaba el mapa y ya me había ubicado. Óscar estaba exultante, el tío iba dando gritos, animando al personal. Que fenómeno. Seguimos avanzando por nuestros propios medios. Después de la baliza 7 dejamos el mapa y seguimos las indicaciones del road-book, que son un conjunto de instrucciones detalladas que indican el camino a seguir. Yo ya estaba familiarizado con ese tipo de notación, ya que en los rallys de coches también se utiliza. Enseguida me di cuenta de que Edu y Manel no nos seguían y me preguntaba cómo les estaría yendo a ellos. Al cabo de unas tres horas nos alcanzaron, después de perder un tiempo precioso buscando la maldita baliza 11, que resultó estar delante de nuestras narices aunque su disposición respecto al resto estaba caprichosamente desordenada (que cabrones!). Cosas que pasan. Me alegré de ver tan bien a los pataliebres.

El descenso al averno

Hasta aquí todo había ido más o menos a pedir de boca y en la camelback todavía quedaba bastante agua, así que el cansancio todavía no hacía mella. Seguimos las instrucciones escritas y avanzamos unos pocos kilómetros más, hasta que, por culpa de un error de la organización (todos somos humanos) nos quedamos, junto con unos cuantos equipos más, estancados en un punto que parecía no encajar por ningún lado con las indicaciones del road-book. Perdimos mucho tiempo haciendo y deshaciendo el camino hasta que, por fin, a un competidor que participaba en la categoría élite se le ocurrió la buena idea de ignorar una instrucción de giro y seguir adelante hasta el siguiente punto de enlace. Bingo! Ya estábamos de nuevo situados y decidimos seguir al grupo de delante, que tiraba con mucha fuerza. Demasiada fuerza para mí seguramente… que empezaba a notar que algo no marchaba bien. Hacía mucho que no comía nada y me quedaba poca agua, pero seguía tirando como podía para no perder al grupo de delante, ya que no tenía referencia alguna de dónde estábamos y no quería perderme de ningún modo. Óscar iba sobrado y me animaba, pero al poco tiempo nos quedamos solos. Yo estaba un poco mareado y la pájara revoloteaba sobre mi cabeza.

Uno de los factores más determinantes que influyeron, unos cuantos kilómetros más tarde, en mi retirada, fue que nosotros dábamos por hecho que encontraríamos diversos avituallamientos, en los que poder reponer alimento y líquido. Pero no era así y en la mochila sólo llevábamos unas pocas barritas energéticas. Que cagada! Ahora entiendo por qué en la base del raid los equipos experimentados cargaban con tupperwares gigantes llenos de comida, fruta y bebida energética… y es que la novatada hay que pagarla. No hay más.

Primera pájara

Seguimos pedaleando y marcando balizas, incluso alcanzamos a algún equipo de los del peto amarillo (los del Extrem) pero cuando ya quedaban sólo unos 8 Km. para abandonar la bicicleta llegó la pájara. Había oído hablar de ella antes, pero hasta ayer no sabía en qué consistía. Nos paramos y Óscar sólo podía mirar cómo me híperventilaba y mi color de piel (lechoso por naturaleza) se tornaba pálido como la cera. Por unos instantes perdí el mundo de vista. Me apoyé en el manillar de la bici y noté como mi cuerpo perdía el norte. Pensar en dar un solo golpe de pedal suponía un reto imposible. Estaba a punto de caerme al suelo pero no lo hice. Me comí una barrita energética entera en dos segundos y tuve una experiencia curiosa. Noté cómo la glucosa se dispersaba en mi organismo a la velocidad de la luz y cómo recobraba la energía en cuestión de segundos. Normalmente uno se come una barrita de éstas y no nota nada especial, pero en condiciones de insuficiencia grave de azúcar, el cuerpo reacciona de forma exagerada cuando le das algo de combustible.

Segunda pájara

Descansé un poco y nos pusimos en marcha otra vez, a bastante buen ritmo. Llegamos al punto de control de La Floresta y dejamos la bicicleta. Ahora tocaba seguir a pie, marcando balizas hasta el pueblo de Els Omellons. Recibimos la llamada de Edu, que nos dijo que él y Manel estaban en Les Borges y que habían tenido que retirarse, tras una buena pájara de Manel, que se había quedado tan ovíparo como yo.

Seguimos pateando y al poco tiempo y sin avisar, bajón de glocógeno y segunda pájara del día. Barrita energética y subidón de adrenalina. Mi hígado debía estar acordándose de toda mi familia.

“Venga tío, vamos a por ellos!”. Óscar estaba que se salía, se notaba que llevaba tiempo esperando el raid y se estaba divirtiendo como un crío. Yo no quería aguarle la fiesta, así que seguí andando por el arcén de la LV-2012, cuando en condiciones normales hubiésemos ido corriendo. A los 3 Km. llegamos a Els Omellons, dónde deberíamos enfrentarnos a la prueba del rappel. Eran las 5 de la tarde y no habíamos probado bocado. Yo estaba desfallecido. Sólo faltó que un corredor me dijese que nos habíamos equivocado y que teníamos que marcar todas las balizas de la zona a pie y no sólo una parte, tal como habíamos pensado. Me senté a descansar mientras Óscar se adelantaba a marcar algunas balizas. Cuando volvió yo estaba con un mareo que no me tenía en pie. “Macho, ésto ya no lo recuperas.” Madelman tenía razón. No quedaban barritas, ni agua, ni fuerzas para continuar, así que no tuve más remedio que rendirme a la evidencia y abandonar. Ésta es la transcripción de mi conversación con Óscar:

-Qué mierda!
-Tranquilo tío no pasa nada.
-Joder, qué mierda!
-Nada hombre, ahora llamo y te vienen a buscar.
-Coño, que mierda tío, no puedo dar dos pasos!

Me quité la mochila, me senté desparramé en la acera para descansar en la entrada del pueblo y casi me duermo. Debía dar tanta lástima que un lugareño que pasaba por allí con su coche dio marcha atrás para recogerme y llevarme de vuelta a La Floresta. Gente amable de Les Garrigues. Edu y Manel vinieron a buscarme y cargamos mi bici y mi maltrecha fisonomía hasta Les Borges. Óscar llegó pedaleando, éste tío es incombustible!

Comentamos la jugada mientras comíamos, porque aunque no había avituallamientos, la organización sí tenía preparada una tonelada de pan, botifarra, tomates y olivas caseras, que estaban de muerte y nos sentaron aún mejor. Después de 5 años sin probar la carne, os aseguro que estuve a punto de comerme un palmo de botifarra a la parrilla, aunque al final no fue necesario y me conformé con el pan y las aceitunas. Devolvimos los dorsales y nos regalaron unas mallas cortas muy chulas con la inscripción del raid, que vendrán de lujo para entrenar hasta la próxima aventura. Despedida, carretera y a descansar.

Como de todo se aprende y después de reflexionar un poco las cosas se aprecian mejor, ya estoy con ganas de volver a probar fortuna en el interesante y competitivo mundo de los raids, aunque la próxima vez no faltará alimento en la mochila y conseguiremos terminar seguro.

PD: Óscar, cuando leas ésto no te rías, que te veo venir. Te vas a estar cachondeando de mis jadeos durante semanas, mamón!

7 comentarios:

Unknown dijo...

Maaaarre mía...Jose, tu solo piensa que si hubiera participado yo, la pájara me hubiera dado mucho antes, y tu nunca la habrías sufrido!
Si es que...a la próxima me apunto fijo!
El 7 de Noviembre había algo, no?

Anónimo dijo...

Mucho ánimo, de estas experiencias se aprende mucho, y los errores te hacen más fuerte sobre todo mentalmente...
Para mí era mi 2º raid y te puedo asegurar que ha sido una prueba de resistencia impresionante, ya que el domingo, era tan duro o más que el sábado, sobre todo la prueba de orientación por el parque natural del Montsant...
Asi que lo dicho, a entrenar como un campeón y a por el próximo...
Un saludo

Sr. Cruji dijo...

Que grande Joice! Aún tu estado de... bueno tu ya te has definido, soportaste la tentación de no probar esas morcillitas y butifarras que deberían estar de vicio. Esto dice mucho de un hombre vegetariano.
Date cuenta que todo el mundo que va con el Oscar termina hecho polvo. Nada más tienes que mirar su perra.

Sophie dijo...

Vaya vaya... así sabréis como me siento yo cuando me queréis llevar por esas subidas de las montañas.... bueno la verdad es que nunca he llegado a ese punto, que seguro que lo pasaste muy mal.
Después de vuestro segundo raid juntos (con el madelman me refiero) supongo que ya habrás aprendido que la organización y la previsión no es su fuerte y que nunca debes mantener su ritmo.... el tio tiene más energia que las barritas.
Por cierto.... los calcetines esos de futbolista????? juas juas

La Enana del Jardín dijo...

Sólo puedo decirte que muchas felicidades. Sé que es contradictorio, pero lo que habñeis hecho poca gente es capaz de atreverse.

Como tú has dicho la novatada ya la ha spagado y lo mejor es que te tengas ganas de volver a repetir! bien hecho!

La verdad, que me dáis mucha envidia! de momento entrenamos con la máquina de correr que tenemos en casa, jejeje.

Un besote bien grande y te echamos de menos! :)

Joice dijo...

Snif, snif, gracias a todos por los ánimos. Me llena de orgullo y satisfacción compartir estas líneas con vosotros...

Neus, las medias naranja hasta la rodilla son tendencia en las carreras de orientación. Esta temporada se lleva el naranja, ya sea en el bluff, o en el cortavientos Nord Face. Asímismo pudimos contemplar cómo los portamapas de diseño y las camisetas técnicas del Decatholn tuvieron una buena acogida por parte de público y prensa. Osea.

Petons ;)

Frutera dijo...

Ay, por dios! que sufrimiento, que desazón....con lo bien que estarias en un hotelito en mallorca...
Si es que lo de equivocaros de dia en el Raid de Serres del Mestral era una señal divina!!

Y no se si he sufrido más por la pájara del Jose o por las pobres morcillitas que no fueron comidas...
Ala, muchos ánimos! que "hay más raids que longanizas"!!